Compárate solo contigo mismo

SI TE VAS A COMPARAR, HAZLO SOLO CONTIGO MISMO.
-Sigues en el proceso-
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10 diseñadores sentados en una mesa redonda.
Lo recuerdo como si fuera ayer.
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Buscaban un perfil con mucha experiencia, 
además de al más creativo.
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Yo acababa de salir de la Escuela de Arte.
La experiencia no había venido.
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Pasé la primera entrevista y la prueba gráfica.
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Volvimos a vernos en aquella mesa.
Esta vez quedábamos 4 diseñadores.
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Durante el proceso me llamó mucho la atención la prueba gráfica de un chico llamado Nico, de unos 30 años. Hizo un diseño alucinante.
Tenía mucha experiencia, creatividad y actitud. 
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El seleccionador nos hizo una pregunta directa a cada uno: ¿Quién de los 4 que habéis llegado hasta el final del proceso merece el puesto y por qué?
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Obvio, cada uno se dijo así mismo.
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Pero yo era muy consciente de que me faltaba la experiencia, TODA. Así que contesté que el puesto lo merecía Nico, era lo justo. 
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Terminó el proceso. 
El puesto fue para el.
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Yo me llevé una gran experiencia que me serviría y mucho. Tomé a Nico como todo un referente en mi trayectoria.
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Hoy me comparo no con Nico, sino conmigo misma hace 16 años.
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Nos vemos cuando quieras Nico, en aquella misma mesa redonda.
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